(segunda parte)
La industrialización de México corresponde a la segunda mitad del siglo XX. La migración del medio rural a las ciudades hace que el fenómeno perfile la nueva configuración de la sociedad mexicana y el cine da muy buena cuenta de ello... cada uno con sus propios discursos pero allí están enfrentados los problemas sociales de las urbes, sobre todo en la capital del país; que es un modelo a gran escala de toda la nación. Los olvidados, un magistral “documento” que hacia 1950 filmara el español Luis Buñuel se contrapone a la mirada romántica de Isamael Rodríguez, quien tres años antes había rodado Nosotros los pobres (1947).
Un país en expansión es lo que en 1952 va a heredar Adolfo Ruiz Cortines, quien contiende por la presidencia de la república, abanderado por el Partido Revolucionario Institucional. El señor llega a al primera magistratura con el 74.31 por ciento de la votación total. El problema fue precisamente el poco o escaso carisma de este candidato oficial, quien tenía como rivales a Vicente Lombardo Toledano, Miguel Henríquez Guzmán y Efraín González Luna, quien representa ya al Partido Acción Nacional. Quizá un dato sea que en 1953 se decreta como oficial el voto de las mujeres.
Para 1958 el Partido Revolucionario Institucional hace empleo de toda su maquinaria, de su capacidad no como partido político sino como la coalición de fuerzas en que se había convertido. El candidato llegará a la presidencia de la república con el 90.56 por ciento de los votos y se trataba de Adolfo López Mateos. Quizá la cifra se explica también por un motivo, López Mateos sólo tiene un contendiente, que es Luis Álvarez, por parte de Acción Nacional.
Pero estas elecciones bipartidistas, con que tanto han soñado los “nuevos” analistas de la vida pública mexicana no se verían únicamente en el año 1958; para el próximo sexenio, es decir, para 1964, también sólo van a la contienda dos partidos: el Revolucionario Institucional y Acción Nacional. Y aunque se registran “otros”, la verdadera contienda se da entre los mencionados. El ganador, es obvio, resulta el abanderado por el partido oficial, Gustavo Díaz Ordaz y compitió con José González Torres —¿el abuelito del doctor Simi?— y aunque el margen de triunfo es mínimo que en la elección anterior (88.63 %) las cifras que se inclinan a favor de Acción Nacional comienzan a permear, si no la democracia, la idea de otro partido como alternativa.
Para 1970 gana, también con menos del 90 por ciento, Luis Echeverría Álvarez, quien compite por tres partidos: el Revolucionario Institucional, el Auténtico de la Revolución Mexicana y el Popular Socialista, con el primero obtiene el 84.13 de los votos; con el segundo, el .54 y con el tercero el .87; el colmo. Su contrincante fue Efraín González Morfín, de Acción Nacional.
Para las elecciones de 1976, una de las memorables del siglo XX mexicano son tres los partidos que entran en pugna. Se trató del Revolucionario Institucional, el Popular Socialista y el Auténtico de la Revolución Mexicana... pero todos abanderaban a un solo candidato, José López Portillo... parece que no hubo impugnaciones.
Cuando se decidió el sexenio de 1982, la realidad con los partidos se transforma de manera apabullante. Se comprende que el pastel alcanza para todos y son nueve los partidos que contienden. Gana Miguel de la Madrid Hurtado, apoyado por los tres partidos que lo hacen con López Portillo, pero quizá sea importante recordar a sus contrincantes: Pablo Emilio Madreo (PAN), Ignacio González Gollaz (Demócrata Mexicano), Arnoldo Martínez Verdugo (Socialista Unificado de México), Cándido Díaz Guerrero (Socialista de los Trabajadores), Rosario Ibarra de Piedra (Revolucionario de los Trabajadores) y Manuel Moreno Sánchez (Social Demócrata).
La elección de 1988 es un poco más inmediata a nuestra memoria, pues tiene menos de 20 años y su característica fue una desaprobación popular al triunfo de Carlos Salinas de Gortari. Pero las cosas ya no eran muy sencillas, el PRI llegó al poder con el 50.74 por ciento de los votos, contra el 31.06 que las autoridades declararon a favor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Los otros contendientes fueron: Manuel J. Clouthier, Gumersindo Magaña y Rosario Ibarra de Piedra.
