Crónica de la glosa del gobernador Fidel Herrera
· Bernal: “La política mediocre carece de estrategias para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”
· Tress: “Casi nada coincide y tal parece que no estamos en Veracruz sino en otro país”
Sin ocultar su molestia, se puso de pie de su curul y fue hasta donde el palco de prensa: “¿Hay reporteros de un medio que no esté vendido con este gobierno?” preguntó el diputado convergente Sergio Vaca Betancourt. Cuando le mostraron la cámara de noticieros Televisa comenzó a reír: “Esos dicen puras mentiras” y agregó: “A ver si esto me lo publican mañana… Después de la glosa de Fidel Herrera los medios van a publicar a ocho columnas que el gobernador cortó orejas, rabo, patas y hasta lenguas, porque aquí nada más se dicen puras mentiras.” Después se retiró, faltaba una hora para que concluyera la glosa y mientras el diputado se despedía, el público echaba la catorceava lluvia de aplausos a la gestión de Rosa Borunda de Herrera, por su trabajo frente al Dif estatal. El gobernador también aplaudía.
El salón de plenos del Congreso veracruzano lucía lleno, tanto en las curules como en la butaquería. Desde muy temprano, personal del propio recinto legislativo había colocado en los respaldos de cada asiento fichas de personificación en las que se leía: directores de medios, educación, diputados federales y así uno por uno hasta completar el gabinete y los invitados especiales. Filtros de seguridad, la prensa restringida a sus áreas. Frente a la tribuna, dos atriles que soportaban lo que se presumía eran telepronter o apuntadores electrónicos para que el gobernador pudiera leer las respuestas que desde la zona posterior al recinto escribían sus asesores más próximos, encabezados, aseguraban algunos “adelantados” por Dionisio Pérez Jácome, jefe de la Oficina del Programa de gobierno.
Después del protocolo de bienvenida, el gobernador Fidel Herrera Beltrán escuchó los posicionamientos de los diputados de las diferentes fuerzas políticas que conforman la LXI Legislatura: Revolucionario Veracruzano, Revolucionario Institucional, Acción Nacional, del Trabajo, Convergencia y de la Revolución Democrática. Tras la oratoria barroca del diputado Manuel Laborde y de los priístas, los aplausos a la gestión de Herrera Beltrán eran continuos; cuando llegaba el turno de algún diputado del “bloque opositor” había palmas tímidas.
Manuel Bernal, diputado perredista, expresó que: “Hace unos meses hice una intervención sobre el deterioro de la política que se está viviendo en el país y en Veracruz. Señalaba que la política, de ser el arte de gobernar mediante la discusión… como una disputa entre proyectos, se estaba reduciendo a un mero ejercicio mediático y clientelar… ahora se reduce a ver quién tiene más dinero para comprar más publicidad.” Dijo que hay un empobrecimiento de la política que lleva a un círculo vicioso de la mediocridad: “La política mediocre carece de estrategias para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.”
El eslogan de que: “En Veracruz vamos bien y viene lo mejor ha sido desmentido por los propios funcionarios de su gobierno, el panorama que pintaron… indica que el próximo año será crítico a pesar de las expectativas optimistas que señalan en el sentido de que nuestra economía volvería a crecer.” Pero Manuel Bernal argumentó que según Ranulfo Márquez hay 15 municipios que están incluidos entre los más pobres del país. “Veracruz es uno de los estados que más absorben dinero público, pero ello no refleja un crecimiento económico sostenido y sustantivo. En cinco años de gobierno no se ha abatido la extrema desigualdad que ancestralmente ha existido, esta falta de logros se ha tratado de subsanar con un elevado activismo del gobernador y de la publicidad apabullante aunque no impacte en la calidad de vida de los veracruzanos.”
El mandatario veracruzano argumentó que de eso se trataba un ejercicio democrático, de pluralidad, pese a que el panista Rafael Sánchez le echó en cara la actuación de los quince funcionarios que antes del primer mandatario acudieron a la glosa de las secretarías a su cargo: “Los funcionarios de su gabinete nos dicen que nos mandarán las respuestas, por escrito, a nuestras respectivas oficinas, pero gobernador, se trata de que las respuestas se brinden en la tribuna del pueblo, delante de todos los veracruzanos, pero nada de eso ha ocurrido.” Abucheos y silbidos del público que asistió en un abierto apoyo al mandatario estatal.
El convergente Alfredo Tress dijo en su momento: “Como usted estuvo enterado, los planteamientos, dudas y cuestionamientos de algunos diputados fueron en el sentido de discrepar con las glosas de cada uno de los funcionarios del poder ejecutivo.” El diputado puso como ejemplo la comparecencia de Sergio López Esquer, encargado de la Seguridad Pública y explicó que quedaron demasiadas dudas sobre la lucha al narcotráfico y la seguridad interna, entre otros puntos: “Difícil este tema… el funcionario siempre privilegió la confrontación, las amenazas veladas, utilizó la sordera y ceguera que es común en su actitud… va más allá de lo que permite la ley… y se atreve a decir que es por instrucciones de usted, eso es cobardía o deslealtad a su encargo, puede llamarle usted como quiera, señor gobernador.”
La queja sobre las respuestas a medias no fueron exclusivas del diputado convergente, quien espetó que de las comparecencias: “Casi nada coincide y tal parece que no estamos en Veracruz sino en otro país.” Aunque los diputados del partido Revolucionario Institucional subían a tribuna para agradecer los cinco años de administración de un gran gobernador. Pero ayer hubo más aplausos de apoyo, sobre todo de los invitados especiales y aunque las cámaras estaban atentas de cómo se desenvolvía el diputado federal Javier Duarte, pocos advertían que otro diputado federal, priísta, prefirió no sumarse a los vítores… desde su butaca, el xalapeño Ricardo Ahued, se decantaba por observar.
Fue la última ocasión en que la LXI Legislatura escuchaba la glosa del gobernador Fidel Herrera Beltrán, para el año entrante serán los nuevos 50 diputados locales votados por la ciudadanía y que provendrán de las fuerzas políticas que los electores decidan. En esta ocasión y tras unas cuatro horas de protocolos, un grito de espontáneo dominó la salida del gobernador: “Viva Fidel Herrera Beltrán” y el público, o al menos la mayoría, contestó a coro, muy feliz, con otro grito: “Que viva.”
