miércoles, enero 06, 2010

El caos vial de Xalapa y las acciones del Jurídico del Ayuntamiento


Quien se aventura o tiene la necesidad de andar por las calles de la capital veracruzana sabe que se trata de una ciudad de pitos o de cláxones en constante sinfonía. Hay que ser temerario para conducir automóvil en una ciudad donde abundan las obras, donde las altas cuotas de las multas que impone el reglamento de tránsito permiten la corrupción que se fomenta y fermenta entre el ciudadano y el agente de tránsito, donde la vialidad se ha transformado, “previo aviso” dicen las autoridades y “de verdad, fue al chingadazo,” me dijo un taxista que tras decenas de vueltas y callejoneadas se resignó a cobrarme “una bicoca,” porque era el precio de la carrera, no del tiempo perdido.

Los que habitamos esta ciudad, todos, tenemos historias similares: odiamos el tráfico y nos hemos vuelto diestros en transformarnos en siniestros. ¿La culpa es de las obras inconclusas? ¿De la pésima tolerancia ciudadana que apenas tratamos de desarrollar? ¿Del matrimonio venidero de la Gaviota con el hombre del copete envaselinado más promovido de México? ¿La culpa es de Pedro Infante que se murió en el avionazo o del deceso del Sandro de América, al que lloran no sólo las mujeres argentinas sino las de aquende, pero ya entradas en años?

La tarde de ayer tuve oportunidad de charlar en los pasillos del palacio municipal de la ciudad de Xalapa con el abogado Alberto Islas Reyes, quien es el director de Asuntos Jurídicos del ayuntamiento. Su dirección fue la encargada de establecer las denuncias en contra de los vecinos que por manifestarse, bloquearon la circulación de los ejes viales de Américas y 20 de Noviembre, ejes que hasta mediados del pasado diciembre, recibían el nombre de “avenidas.”

Antes de entrar al territorio de la charla con el abogado del ayuntamiento de Xalapa, hay que acudir un poco a la historia. Desde el pasado mes de enero del año 2009, el director de Tránsito Municipal, Edmundo Martínez Zaleta, declaró a los medios de comunicación el resultado de la investigación de urbanistas: la traza de la capital veracruzana sólo resiste la circulación cotidiana de unos 60 mil vehículos, pero sobre sus maltrechos asfaltos ruedan, a diario, más de 132 mil. Con el respeto que merecen, su mérito es la contabilidad, pero el sentido común ya nos alertaba que el parque vehicular crecía, más no las calles.

Martínez Zaleta adelantó, entonces, la implementación de un Programa Integral de Movilidad Urbana. Allí se incluía la creación de ejes viales y como cerezas del pastel, se anunciaba que los puentes terminarían por resolver el problema, al menos en los siguientes diez años; se trataba o se tratará de un Circuito Interior. El funcionario dijo: “Este circuito interior lo continuará la actual administración municipal de David Velasco Chedraui construyendo un puente-túnel en la avenida Lázaro Cárdenas a la altura de Pípila y Joaquín Arróniz y ya está proyectado un puente distribuidor vial en las confluencias de Lázaro Cárdenas, Avila Camacho y el bulevar Xalapa-Banderilla. Posteriormente se construirá un puente donde termina Ruiz Cortines para enlazar con Bolivia y evitar el cuello de botella que se origina ahí.”

La prensa de entonces así lo consigna, de la misma forma que ya estaba anunciado lo que iba a suceder con el cambio de usos de “avenidas” a “ejes viales” de Américas y 20 de Noviembre, que según algunos arquitectos, fueron los primeros “libramientos” que se construyeron en la ciudad. Pero hay otro dato de hace un año, se calculaba, por investigación de ventas o de fiado, que de las agencias de automóviles que operaban en la ciudad de Xalapa, salían, cada mes, unas 600 unidades nuevas. Todos sobre el patas de hule y la crisis, como en la canción de Chava Flores: “¿Y la familia? Muy bien, gracias, no comió.”

A la vuelta de los días, tenemos los primeros resultados e inconformidades y eso sin contar la historia de la grúas, otra pastilla de Mejoral para la migraña de la maltrecha Atenas Veracruzana. El lunes 4, vecinos y comerciantes que habitan sobre los nuevos ejes viales y calles aledañas bloquearon el tráfico vehicular. Primero un diálogo que no llegó a monólogo y luego el anuncio: el ayuntamiento demandó a los quejosos.

Es obvio que lo primero que un ser común relaciona con la palabra “demanda” es que se tratará de una querella donde la autoridad interviene de árbitro entre las partes en pugna. El abogado Alberto Islas me lo dijo así: “La denuncia es poner en conocimiento ciertos hechos y nosotros no calificamos si son delictivos o no, eso le corresponde al Ministerio Público, previa investigación de todos los hechos probatorios que estén a su alcance para acreditar si la obstrucción se adecúa al Código Penal.”

Islas Reyes comprendió mi cerrilidad jurídica: “Si haber impedido el tránsito vehicular es sancionable o no. Así, nosotros pusimos en conocimiento los hechos, tú investígalos y recaba, si no constituyen delito tienes que reservar y si es así, si es delito, debes consignar ante un juez que decide si gira las órdenes de aprehensión o las niega contra quien resulte responsable.” En cristiano: el Ayuntamiento pone en conocimiento los hechos y el Ministerio Público evalúa si se trata de un delito. Pero explicó que no sólo han actuado en contra de los vecinos sino de todos los que se oponen a la autoridad y perjudican a la mayoría.

El abogado me aclaró que nada tiene que ver con el derecho a manifestarse sino que: “Todo ciudadano puede hacer uso de su derecho a petición de manera escrita y sin afectar a terceros, pero cuando esto no se satisface, la actuación entra en la ilegalidad. No hay represión, hay apertura.” Dijo que cuando no hay entendimiento, es cuando deben acudir al Ministerio Público, que es el indicado para calificar los hechos.

Finalmente me dijo que los fallos del Ministerio Público pueden ser rápidos o tardados. La demanda en contra de los ciudadanos que bloquearon las calles está fincada en la investigación número 9, correspondiente al año 2010, en la agencia ministerial y se espera la práctica de diligencias, pero como en este caso no hay detenidos, es probable que se cite a los involucrados y tras agotar las versiones, se decidirá. Cuando le pregunté sobre una fecha, dijo: “Depende del trabajo del Ministerio, puede tardar unos días, unas semanas o un mes.” Así las cosas.