jueves, febrero 11, 2010

Discapacitada: las autoridades sólo piensan en nosotros cuando hay elecciones

En la ciudad capital del estado de Veracruz, las condiciones no son las óptimas para las personas que sufren alguna discapacidad y las pocas rampas con están equipados algunos centros comerciales y oficinas públicas: “Apenas si fueron pensadas para aquellos a quienes nos ocurrió la desgracia de perder alguna parte de nuestro cuerpo. Las personas que diseñan esto, muchas veces no tienen idea del calvario por el que atraviesa una persona que tiene que ayudarse con bastones, muletas o sillas de ruedas,” dijo Fernanda Ramírez Morales, quien sufre discapacidad en su pierna derecha.

“El gobierno no contrata a expertos que puedan aconsejarles en soluciones para las personas discapacitadas, pero sí mucha petición de los votos, más ‘ahorita’ que ya vi que van a empezar las campañas. Y por ejemplo, ahí están los semáforos peatonales, muy bonitos y hasta con música, pero apenas si a uno le da tiempo de pasar,” comentó con un gesto que esbozaba enojo.

“Los escalones son muy altos y si las personas van solas, corren el peligro de caerse y con eso agravar su situación. Por otro lado, a veces no toman en cuenta que para realizar un trámite, como por ejemplo en mi caso, una tiene que invertir dinero en los traslados, porque: ni modo de subirse en silla de ruedas a un autobús de servicio urbano y dar vueltas en las oficinas, no siempre es sencillo,” expresó la vecina de la colonia Belisario Domínguez, quien acudió la mañana de ayer a las oficinas del Registro Civil de la ciudad de Xalapa.

“La atención que dan en las oficinas es buena, pero no pasa igual con los accesos. Quienes no podemos desplazarnos con facilidad, tenemos que pasar por las ‘trampas físicas’ que se ponen en nuestro camino; como en mi caso, que para bajar del taxi y entrar al Registro Civil, hay rampas, pero son insuficientes.” Ramírez Morales explicó que el término de “trampas físicas” lo emplean algunos terapeutas para referirse a los accesos o pasillos de los sitios públicos que no están dotados con arquitectura planeada para discapacitados, enfermos y personas de la tercera; como pueden ser: pasamanos, rampas y escaleras con descansos.