jueves, agosto 11, 2005

Un tal Cervantes, adiós donaires

Octava de veintidós.

Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en el otoño de 1547. Los historidadores han afirmado que se trataba de un familia de cristianos nuevos. El mismo año que nació Cervantes se publica el primer Index, el índice de libros prohibidos y se instituyeron en Toledo los primeros estatutos españoles de limpieza de sangre.
La familia de Cervantes se mudó a Valladolid en 1551 y posteriormente vivieron en Córdoba, Sevilla y Madrid. En esta última ciudad es donde el aún joven escritor compone cuatro poemas hacia 1569 y que son publicados con motivo de las exequias de la reina Isabel de Valois. A los 22 años tiene que huir de España y refugiarse en Italia, pues andaba metido en líos de faldas y giraba una orden que establceía que le fuese cortada la mano derecha y el posterior destierro por un periodo de diez años.
En Italia entró en contacto con las novedades literarias de su época. En 1571 se enroló como soldado y el 7 de octubre tomó parte en la famosa batalla naval de Lepanto, bajo el mando de don Juan de Austria (hijo de una actriz conocida como La calderona y medio hermano del monarca Felipe II). Durante la batalla recibió un tiro de arcabuz que le atrofió la mano izquierda y le hizo ganar el epiteto de El manco de Lepanto.
Cuando regresa a España, en 1575, el 26 de septiembre, la galera en la que viaja es capturada por bergantines turcos y Cervantes pasa cinco años en cuativerio. Regresa a su tierra natal con más deudas y desdichas que futuro promisorio. Escribe sus primeras obras de teatro, que no consiguen un público seguidor y le publican su primera novela, La Galatea. Sigue escribiendo, pero al mismo tiempo tiene que desempeñar trabajos de administración de alcabalas y burocracia. En varias ocasiones pide que se le conceda un puesto en América; en 1590, el Consejo de Indias le responde: “Busque por acá en qué se le haga merced”.
Por líos y dudas como funcionario fue excomulgado dos veces y encarcelado unas tres. Al iniciar el siglo XVII Cervantes se instala en Valladolid en una casa que comparte con cinco mujeres (esposa, hija, dos hermanas y una sobrina) que son conocidas por sus vidas “ligeras” y apodadas como las cervantas.
A fines del verano de 1614 escribe El Quijote. Pide al famoso Lope de Vega le escriba el prólogo, pero el Fénix de los ingenios se niega rotundamente. El librero Robles invirtió unos cinco mil reales en la producción del libro; Cervantes, como pago, recibe unos mil quinientos. La primera tirada se calcula entre mil 500 y mil 750 ejemplares; una gran cantidad para esa época. Los exitos de la novela fueron inmediatos y pronto conoció versiones “piratas”, dos en Lisboa, una en Madrid y otra en Valencia. Pero don Quijote es ya un personaje famoso por toda España. Un año después, un cronista describe que durante el intermedio de una corrida de toros salió un actor disfrazado de don Quijote.
En 1613 Cervantes publica sus Novelas Ejemplares, la segunda obra cumbre de la producción cervantina. Un año más tarde se publica la segunda parte del Quijote, pero de manera apócrifa, es decir, escrita por un tal Alondo Fernández de Avellaneda. Cervantes apura la pluma y un año después se publica su segunda y “verdadera” versión.
Cervantes conoce la fama, pero no la fortuna. Días antes de morir escribe: “Adiós gracias, adiós donaires, adiós regocijados amigos, que yo me voy muriendo y deseando veros presto contentos en la otra vida”. El 22 de abril de 1616 muere Miguel de Cervantes; hacía muy pocos días que había tomado los hábitos y fue enterrado con el hábito franciscano, con el rostro descubierto, en el Convento de las Trinitarias Delcalzas.