La mar no tiene naranjas, ni Sevilla tiene amor; dice uno de los tristes poemas de Federico. Andalucía suena a sevillinas, a los poemas de Federico García Lorca, a jerez frío La Ina y a gitanos que predicen la suerte con sólo mirar a los ojos de los turistas. Suena, claro que sí, a la guitarra flamenca y a cante hondo, al amor perdido o al amor encontrado. Pero Andalucía no sólo es la fiesta, los claveles o los aplausos. De eso quisieron dar buena cuenta las autoridades de la FIL cuando el pasado martes, con una media hora de retraso, inició una muy particular presentación de lo que será la próxima Feria Internacional de Libro 2006, cuyo invitado especial será, lo escribiré por tercera ocasión: Andalucía.
La XX edición de la feria del libro hará coincidir a lo que Sergio Moreno, viceconsejero del Comercio, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía señaló como: “La riqueza de nuestros folclores, el de Guadalajara y el andaluz, nos representan en el mundo entero. Ustedes son la tierra del tequila y nosotros la del jerez”. Comentó que las expectativas del año entrante no se tratan únicamente de promover a la industria librera andaluza sino de mostrar el verdadero panorama de los aspectos típicos, pero también de los modernos; un proyecto que mostrará, dijo el funcionario, lo que hay entre la historia y la vanguardia. Se concederá un especial protagonismo a los numerosos intelectuales andaluces exiliados en América y especialmente en México, durante los años de represión en España.
El viceconsejero de Cultura, José María Rodríguez, como representante del gobierno andaluz, ha sido el encargado de comentar la bases fundamentales de la programación de la próxima FIL: Francisco Ayala y Juan Ramón Jiménez, de quienes se celebrará en 2006, respectivamente, su centenario y los 50 años de la concesión del premio Nobel. Luis Cernuda, otro de los grandes poetas andaluces cuyos restos reposan en el panteón Jardín de la ciudad de México, será especialmente recordado junto a otros autores que también formaron parte de ese exilio colectivo, así, resaltan los nombres de María Zambrano, Manuel Altoaguirre, Emilia Prados o Adolfo Sánchez Vázquez.
Junto a Francisco Ayala, y para presentar la actualidad del programa literario andaluz, se prevé la presencia de escritores de la talla de Antonio Muñoz Rojas, Pablo García Baena, José Caballero Bonald (recientemente nombrado Premio Nacional de Letras, en España, por supuesto), Carlos Castilla del Pino, Antonio Muñoz Molina, Emilio Lledó, Luis García Montero y Antonio Soler.
Andalucía presentará asimismo un cuidado programa académico, que será fruto del trabajo de colaboración entre las distintas universidades andaluzas y la de Guadalajara. La figura de Pablo Ruiz Picasso centrará el apartado de las artes plásticas, donde también habrá sitio para los jóvenes creadores. La programación incluirá también una amplia oferta de flamenco, desde las manifestaciones más tradicionales hasta las más vanguadistas.
Pero la muestra o la probadita fue nada menos que un breve aunque sustancioso recital de Carmen Linares, la cantaora más famosa de España. Y tras los aplausos valió la pena hacer cola durante más de veinte minutos para que un maestro cortador pusiera tres lonchitas de jamón Jabugo sobre el plato y aguardar a que un sidrero escanciara el burbujeante líquido en las copas. Y cuando parecía que: “Bueno, señores, pues muchas gracias” estaban dispuestas las charolas con gazpacho y las “tapitas”. Una comida entera. Y cuando algunos reporteros le comentamos a Silvia García, la representante de prensa de la Junta de Andalucía que si no podían repetir eso todos los días, nos respondió que sí, que con mucho gusto nos espera en su oficina que mira al Guadalquivir. Además, agregó que las tapas, sobre todo las de calamares, no estaban muy buenas que digamos, porque “Hombre, pues esto se nota en el paladar, ¿no os habéis enterao que el chef es mexicano?, cuando vengan a Sevilla os contaré”.
La XX edición de la feria del libro hará coincidir a lo que Sergio Moreno, viceconsejero del Comercio, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía señaló como: “La riqueza de nuestros folclores, el de Guadalajara y el andaluz, nos representan en el mundo entero. Ustedes son la tierra del tequila y nosotros la del jerez”. Comentó que las expectativas del año entrante no se tratan únicamente de promover a la industria librera andaluza sino de mostrar el verdadero panorama de los aspectos típicos, pero también de los modernos; un proyecto que mostrará, dijo el funcionario, lo que hay entre la historia y la vanguardia. Se concederá un especial protagonismo a los numerosos intelectuales andaluces exiliados en América y especialmente en México, durante los años de represión en España.
El viceconsejero de Cultura, José María Rodríguez, como representante del gobierno andaluz, ha sido el encargado de comentar la bases fundamentales de la programación de la próxima FIL: Francisco Ayala y Juan Ramón Jiménez, de quienes se celebrará en 2006, respectivamente, su centenario y los 50 años de la concesión del premio Nobel. Luis Cernuda, otro de los grandes poetas andaluces cuyos restos reposan en el panteón Jardín de la ciudad de México, será especialmente recordado junto a otros autores que también formaron parte de ese exilio colectivo, así, resaltan los nombres de María Zambrano, Manuel Altoaguirre, Emilia Prados o Adolfo Sánchez Vázquez.
Junto a Francisco Ayala, y para presentar la actualidad del programa literario andaluz, se prevé la presencia de escritores de la talla de Antonio Muñoz Rojas, Pablo García Baena, José Caballero Bonald (recientemente nombrado Premio Nacional de Letras, en España, por supuesto), Carlos Castilla del Pino, Antonio Muñoz Molina, Emilio Lledó, Luis García Montero y Antonio Soler.
Andalucía presentará asimismo un cuidado programa académico, que será fruto del trabajo de colaboración entre las distintas universidades andaluzas y la de Guadalajara. La figura de Pablo Ruiz Picasso centrará el apartado de las artes plásticas, donde también habrá sitio para los jóvenes creadores. La programación incluirá también una amplia oferta de flamenco, desde las manifestaciones más tradicionales hasta las más vanguadistas.
Pero la muestra o la probadita fue nada menos que un breve aunque sustancioso recital de Carmen Linares, la cantaora más famosa de España. Y tras los aplausos valió la pena hacer cola durante más de veinte minutos para que un maestro cortador pusiera tres lonchitas de jamón Jabugo sobre el plato y aguardar a que un sidrero escanciara el burbujeante líquido en las copas. Y cuando parecía que: “Bueno, señores, pues muchas gracias” estaban dispuestas las charolas con gazpacho y las “tapitas”. Una comida entera. Y cuando algunos reporteros le comentamos a Silvia García, la representante de prensa de la Junta de Andalucía que si no podían repetir eso todos los días, nos respondió que sí, que con mucho gusto nos espera en su oficina que mira al Guadalquivir. Además, agregó que las tapas, sobre todo las de calamares, no estaban muy buenas que digamos, porque “Hombre, pues esto se nota en el paladar, ¿no os habéis enterao que el chef es mexicano?, cuando vengan a Sevilla os contaré”.