martes, mayo 16, 2006

Todos se apuntan, ¿y los maestros?


La resaca por los festejos al día del maestro no era de esperarse. Y como el sistema magisterial en el país es un buen árbol como para que los más aprovechados sepan extraer la leña necesaria hasta para fabricar un palillo, los ejemplos sobran. En primer lugar debemos tomar en cuenta que se trata de un año decisivo, electoral... mudará de nalgas desde la silla presidencial hasta las cámaras legislativas; varias gubernaturas en el país y con ello, en una tierra de compromisos y clientelismo político, se espera un acarreo de cachibaches generalizado. Por eso, antes de conocer los resultados de la elección del primer ejectivo nacional, hasta los más despistados se unen al borchincho de aplaudir a los maestros... o porque tienen que cumplir con el numerito, ya que está agendado, o porque de verdad piensan que la fuerza del magisterio mexicano puede decidir, por puntos, el triunfo.
No vayamos lejos para mostrar que del árbol caído, los hábiles saben hacer leña. Quitémonos de los numeritos locales en el estado de Veracruz y acerquémonos a únicamente seis goris-goris que circularon a nivel nacional, en la jornada de ayer. Abre, por supuesto, la disidecnia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Anuncian su plantón por tiempo indefinido, en el Zócalo capitalino. Y como los lidercitos que comandan las huestes de profesores son tan cívicos, tan humanos, pues también (como diciendo: “¿por qué chingaos no?”) que se echan el trompo a la uña y también protestan por los acontecimientos de San Salvador Atenco, la mina Pasta de Conchos y la siderúrgica de Lázaro Cárdenas. Por si faltaran motitivos para el asombro, ya anunciaron que invitarán a Marcos. Dicen que el “cochino más trompudo se quedó con la mejor mazorca” ¿no?
Felipe Calderón, el candidato del partido gobernante, asido a la mano de su consorte y con la mirada de señor cura benefactor de hospicio, dio a conocer su cartita a los santos reyes y en conclusión se imagina una escuela: segura, sin drogas y sin violencia. La única tríada que funcionó en este país fue: Orden, paz y progreso... si no, que le pregunten al fantasma de Porfirio Díaz.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Secretaría de Eduación Pública como el matriomonio formado por los míticos personajes de la familia Burrón. ¿Recuerda el lector a Susano Cantarranas y a su guapa señora, la bella Chuy? Antes de curarla con una castaña de pulque —medida equivalente a los 25 litros— se desgreñaban hasta sangrarse, mordidas, arañazos y maledicencias sólo para quedar tan contentos como al principio. Sindicato y gobierno declaran que pues que no, hay incompatibilidad de caracteres y sin acuerdo.
Elba Esther Gordillo y Vicente Fox, una cacica y el otro presidente de México, tuvieron que verse las caras en Toluca, porque allí encabezaron el festejo. Doña Esther, ataviada muy a la Lola Beltrán (¿o ya le copió el estilo a Beatriz Paredes?) declaró que así como la fedreación realizará una auditoria externa a las finanzas del sindicato, que también se audite a institutos de Educación Pública. El presidente quiere que los profesores conviertan a sus alumnos demócratas que sepan convivir con solidaridad y concordia. ¿Será que nunca, al señor presidente, cuando alumno, sus compañeros de recreo le pusieron una chinga, nomás por andar de mamón?
Y ya para cerrar, el Banco Mundial dice que el gasto para mejorar la educación, en México, es una tomada de pelo, pues en lugar de atender verdaderas demandas, la vida se escurre entre negociaciones políticas con el sindicato más grande de Latinoamérica.
¿Alguien se acordó de los profesores?