viernes, junio 02, 2006

El segundo encuentro del mar...

Coatzacoalcos, entre médanos, un impresionante río y el mar. La mañana es ligera, lluviosa; los cuarenta grados que se esperaban han quedado disimulados por nubarrones. El taxista comenta que más tarde empezará a tupir el calor pero durante el trayecto del hotel al centro de convenciones me explica por qué razón no hubiera permitido que Lavolpe dirigiera a la selección mexicana: “Es fácil —dice con su sapiencia de conductor que todo lo ve y todo lo sabe— yo le digo: ‘Le bajas a tu desmadre y diriges bien’ y chance y hasta ganamos… y si hubieran querido a Hugo Sánchez, también le digo lo mismo”. Por fortuna, antes de escuchar su imaginaria disertación frente al consejo mexicano de fútbol una cresta imponente se avisora, es parte del conjunto diseñado por el arquitecto Zabludovski y que desde hace tres años alberga el centro de convenciones y el teatro del pueblo. Allí tiene su sede el Segundo Encuentro Internacional del Mar.
Con proximidades a los ciento veinte eventos que componen desde lo artístico, cultural, académico, deportivo, político, científico, la segunda jornada (el “encuentro” se inauguró ayer) promete actividades que dejan muy en corto a un circo de tres pistas. Ya las actividades del miércoles han dejado buen sabor de boca y algunas polémicas. Allí estaba Martha Lamas, abriendo la herida de los miopes con añoranza a sotana: “El aborto debería de ser un servicio se salud gratuito en los hospitales públicos de gobierno”. El aborto, en su opinión es porque falló el método anticonceptivo, porque se ha sufrido una violación o bien porque no se tuvo conciencia para evitar un embarazo; para la etnóloga, lo importante es permitir que la mujer tenga derecho a decidir. Y bueno, también fueron celebradas otras mesas, presentaciones de libros, música, teatro y un cierre con el espectáculo “Jarocho”, que a decir de Lygie de Schuyter (hoy jueves), cónsul honoraria de Francia para el estado de Veracruz: “Es un musical digno y moderno, que presenta una visión de lo que es el territorio veracruzano; lástima que es tan costoso y no se pueda mover con facilidad”.
Lo que sigue y falta, claro, es una fiesta de las actividades culturales que las autoridades de Turismo del gobierno estatal y el ayuntamiento de Coatzacoalcos saben combinar con la promoción comercial de una de las más importantes ciudades portuarias e industriales con que cuenta la entidad. Aquello estará por verse, cuando se llegue a la firma de los convenios y los intercambios… por el momento, mezclar la cultura como parte de la identidad de una zona determinada es una magnífica oportunidad, que bien conducida, puede llevar a que la perinola caiga con el letrerito donde se lee: “Todos ganan”.
Por el momento, que sigan los libros, las palabras, las décimas, el baile, el color de las artesanías, los aromas de las cocinas tradicionales, los cientos de estudiantes que inundan el recinto y las señoras que prefieren los pasillos climatizados a una caminata por el malecón.