jueves, marzo 01, 2007

Primer viernes de marzo, ¿regresos?


El antropólogo Álvaro Brizuela Absalón ha profundizado en los estudios sobre los usos y costumbres mágicos en el sur del estado de Veracruz, específicamente en la región de los Tuxtlas y sobre todo en los poblados de san Andrés, Santiago y Catemaco. De aquel trabajo documental y de campo, el investigador publicó interesantes análisis que aportan sobre las festividades que en aquella región.

Sobre las prácticas, que se atribuyen como mágicas, del primer viernes de marzo el antropólogo ha escrito: “Años atrás... particularmente en la región de los Tuxtlas, los rituales tenían un carácter secreto o privado para lograr la eficacia buscada. Ahora la industria turística se ha querido apropiar de algunos pasajes de las ceremonias a través de curanderos que se apartaron del camino que los preceptos tradicionales ordenaban. Ahora se ha pretendido que el ‘primer viernes de marzo’ sea un espectáculo público, turístico, y deje de ser el ceremonial privado que comenzaba con la visita a los lugares sagrados donde tenían lugar los ritos de paso, donde el especialista cambiaba su estatus y se le confería el poder para actuar en la sociedad en cada uno de los campos de la medicina tradicional y de la magia, trabajando como curanderos o brujos”.

El jolgorio, la fiesta y las cámaras fotográficas se imponen, indiscutiblemente, a la tradición. Pero estos ganchos de regreso a lo natural son los que sirven para que inicie el juego de las distorsiones. Años atrás, la simple creencia en ritos y mitos cuyo origen compartiera “genes” con las tradiciones prehispánicas era un símbolo de atraso, tozudez e ignorancia. Recurrir, aún por los años ochenta, a la medicina tradicional, era un sinónimo de pobreza o de no tener alguna esperanza; pero cuando el mercado echó mano de lo natural y lo tradicional, las cosas cambiaron.

Ahora que casi todo se puede comprar desde la “comodidad del hogar” con una simple llamada telefónica, pues los remedios caseros son cada vez más sorprendentes.

Mañana es un día propicio para recoger hierbas, confeccionar amuletos, hacer juramentos, purificar el cuerpo y buscar a los nahuales e incluso, entrevistarse con entidades sobrenaturales, con Dios o con el Diablo. Como se trata de un día “mágico” se debe ser cuidadoso porque el aire está cargado de conjuros, dicen que es cuando el cuerpo está propenso a recibir malos aires... y los charlatanes, a la orden del día.