lunes, marzo 24, 2008

LA MIRADA DEL PAXTLE

Hice esta fotografía la tarde del domingo veintitrés de marzo del año dos mil ocho. El cielo del parque temático Takilsucut (o al menos “así suena”) era gris pero el calor podía sentirse, a pesar de una muy tímida lluvia. Estábamos en la región del Totonacapan, que se encuentra en la zona serrana del norte del estado de Veracuz, a un kilómetro de la zona-sitio arqueológica de Tajín, entre las ciudades de Papantla y Poza Rica.

No recuerdo el nombre del pequeño de esta fotografía… olvidé mi grabadora en la casa de mi novia y será en unas horas cuando pueda tener de vuelta el aparatejo y vaciar la breve charla que sostuve con él. Recuerdo sí, que formaba parte de la “Danza de los paxtles”, que venía de una comunidad serrana del estado de Puebla y que tiene sólo trece años. La charla y otras imágenes las incluiré en un próximo reportaje breve que preparo sobre algunos aspectos de la Cumbre Tajín 2008, en su novena emisión. ¿Cuestiones del costumbrismo o la necedad por situarlos a ellos, lejos de su tierra, de su ombligo y llevarlos hasta donde un aparador a veces impertinente?

Siempre me he decantado por guardar la imagen de niños y de niñas, pero sobre todo de sus miradas. Además de parecerme que sus ojos irradian una pureza extraordinaria, niños como este representan la incógnita del futuro, donde se puede comenzar a conjugar la penosa vía que les aguarda, la incertidumbre del mañana. ¿Es San Agustín a quien se le adjudica la frase de que “los ojos son la ventana del alma”? Mis memorizaciones de frases célebres son inexactas siempre.