viernes, febrero 20, 2009

Asueto de carnaval

Imagen del google

Los chicos en edad escolar básica y media superior aguardaron este último día laboral con paciencia. Por motivo de las “fiestas de Carnaval” las autoridades educativas de la zona centro de Veracruz validaron un receso para el lunes 23 y martes 24. Gracias a la dádiva anual de la Secretaría de Educación, los alumnos no se van a peder el carnaval más alegre del mundo, como pregonan que sucede en la ciudad y puerto de Veracruz.

El carnaval es siempre una tentación porque la tradición supone que cuando se termina, vienen cuarenta días de abstinencia. En donde el cristianismo sentó bases, sirve la semana que antecede a la cuaresma para despedirse de la carne y los gustos que de ella derivan. Hay que hacer bromas, hay que besar porque luego, el cuerpo y la mente se preparan para el luto y la resurrección.

Las anteriores son las ideas a grandes rasgos. Depende de la región donde estas fiestas se realicen, varían los disfraces, los alimentos y la algarabía. Porque aunque es un festejo pagano y religioso, el entorno decide una parte. En América Latina, los carnavales de las zonas costeras son más bulliciosos, coloridos y de pachanga. En la serranía, el carnaval conserva rasgos más religiosos.

En el estado de Veracruz se festejan varios carnavales. No todos siguen con exactitud la fecha de una semana antes de iniciar la cuaresma y depende la riqueza de la zona, es la gala de la fiesta. El más tradicional es quizá el de las comunidades serranas, como el de Coyolillo, donde predomina la población negra. El carnaval para laxar al cuerpo y a la billetera es sin duda el del puerto de Veracruz.

Pero tanto en los carnavales serranos como en los costeños, no hay visos de que se trate de los más alegres del mundo. Mentira, la mejor fiesta es la que uno asiste, la que se ve por televisión, como el carnaval de Veracruz, es otra fiesta con harto confeti, harto chupe y harta carne y esperemos que también, hartos condones. Los que van, se la pasarán bien, los que no, verán en la televisión otra fiesta, con carne o sin ella.