lunes, febrero 16, 2009

Un paro anunciado… vida en normalidad

Imagen del google

La pesadilla se hizo realidad: los transportistas cumplieron su palabra y en esta ocasión fueron veintiséis los estados de la República que enfrentaron parcialmente el paro de labores. La población afectada no tiene forma de mostrar su desacuerdo y en Veracruz, al menos, el gobierno tomó provisiones que evitaron el colapso. Ya se había probado la eficacia del gobierno cuando se registró el primer paro, el día doce de enero.

Pero no todos son felices ni quedan contentos. Es obvio que los más afectados son aquellos que no cuentan con unidades para desplazarse. Son quienes de forma cotidiana dependen del servicio urbano de tres a seis ocasiones por día, para cumplir con sus responsabilidades. Estos usuarios que echaron mano del plan B son los más afectados porque los líderes de los transportistas, los dirigentes de partidos políticos y los gobernantes, de común no suben a un camión ni para hacer proselitismo.

El segundo paro en la entidad veracruzana obedece a una petición justa, que el gobierno federal recapacite y de marcha atrás al aumento del precio de los combustibles. Pero en el río revuelto la ganancia no incide directamente en los conductores, pues hasta la tarde del lunes dieciséis, los que van al volante de los de transporte urbano se cruzaron de brazos, pero sus líderes y otros representantes de sectores administrativos y de servicios ya comenzaron a politizar el asunto.

Los del Revolucionario Institucional, como el dirigente estatal Jorge Carvallo, se ponen el antifaz de asustadizos y declaran que es una pena que el mundo sea testigo de los problemas que enfrenta México, como este paro nacional. Vergonzante para el país ha sido el silencio y el contubernio de las autoridades que han fomentado la corrupción para que esta sea una nación con millones de pobres. Los de Acción Nacional afilan las uñas y se rasgan las vestiduras y muy al estilo del Papa Ratzinger declaran prácticamente que el presidente en turno es infalible, y que de paso, pertenece a su partido.

El coordinador empresarial en Veracruz, Andrés Beceiro López dice simplemente que el negocio del transporte es bueno, pero que los transportistas no son empresarios y que si con paros y cierres se amedrenta a las autoridades, ellos comenzarán a hacer de las suyas.

Por lo visto, los que hoy perdieron fueron los conductores y los ciudadanos de a pie. Y si la población veía como justo el paro, en cuanto los señores del poder inicien la rebatinga por las declaraciones, el pueblo dará la espalda, porque de discursos y verborreas, está más que harto.