viernes, marzo 27, 2009

El calor y la rabia


Hay evidentes señales como para encender las luces amarillas e impedir el paso franco que todo lo destruye mientras se escuda en la palabra “avance”. Una refinería nueva no va a solucionar los problemas económicos que enfrenta México, se construya donde sea, si es que al fin se va a edificar. Así discutan treinta gobernadores o cinco, es cada vez más probable que se trate de un tema electorero que de un momento a otro va a desinflar los ánimos, incluso los más caldeados.

El asunto merece una lectura más allá de la decisión final o del dedazo mágico. Si tomamos en cuenta todas las advertencias que los primeros ministros de los países desarrollados han dado a sus conciudadanos, significa que los ricos no se andan por las ramas y han mandado cerrar las puertas que permitían el dispendio. En cambio los pobres, sobre todo cuando están en momentos de renovación de su cámara baja (caso mexicano) se las dan de dadivosos y manirrotos.


Si la crisis mundial llega a todos los ámbitos, ¿hay en el país el dinero suficiente como para construir la refinería que nos sacará de pobres? Puede tratarse de otro atole con el dedo, al que tanto se acostumbra la ciudadanía de parte de sus gobernantes. Ya no es una, sino que ahora se maneja la posibilidad de repartir los dineros y edificar tres. Pero antes de continuar, hay que ubicar un planteamiento: en nuestro país están a punto de arrancar las campañas políticas y para eso habrá dinero y si no lo hay, los partidos y los gobiernos en pugna verán la forma de sacárselo al pueblo.


En el supuesto de no hay dinero ni para mandar a imprimir camisetas y pancartas, entonces hay que preguntarse si la reserva federal tiene contemplado un desembolso para construir una refinería capaz de salvar la honra de la patria. Pero ya veremos qué pasa una semana inmediata a las elecciones, cuando la realidad golpee el rostro de todos nosotros. ¿Será entonces cuando el gobierno federal reconozca que estamos en una crisis tan profunda y que no hay un clavo ni siquiera para remendar una banca de la catedral de México?


Por otro lado, en el estado de Veracruz, los especialistas en ecología han expresado que de construirse la nueva refinería en los territorios de Tuxpan, se perderán extensas zonas de manglares. Esto se declara el día en que el gobernador Herrera Beltrán participa en el debate.


La glosa es: no hay dinero; la refinería es apenas una maqueta y por eso se están peleando algunos gobernadores; luego de las elecciones las arcas públicas quedarán tan flacas que las privadas van a poner tres cerrojos más y para terminarla… hace un calor de los mil demonios y mañana pronostican la entrada de un frente frío.