viernes, mayo 08, 2009

Hay de sopas a sopas

Imagen del google

“Soledad: dulce ausencia de miradas”.
Milán Kundera

Comencemos con una pregunta: ¿qué es un ademán? Yo, que soy de los que son felices rebuscándole el sentido a las cosas más simples, respondería con una larga charla sobre el gesto del “adiós”, a partir de una novela de Kundera, La inmortalidad. La gente práctica diría que es un movimiento corporal que significa algo. Alguien muy ocupado (como un médico a mitad de una cirugía) me mandaría al carajo. Un niño que se cría con la Internet segura podría sugerir que es un “Hombde nacido en Ademania”.

El niño va a tener la chispa, el duende y gracias ello caerá bien a los adultos cínicos que van a reírse. Pero su vida crecerá con la mescolanza de las palabras y las ocurrencias. Porque también puede añadir que “aglutinar” quiere decir: “Poner los glutios en la tina”. Y muy tranquilo, confesará con un airecillo orgulloso que lo aprendió en la sopa de letras de “ninos.esmas.com” y quizá remede la voz de Eugenio Derbez, que está grabada y menciona el término.

Los adultos que gustan repetir tonterías se delatan como tontos y no ocurrirá nada grave; pocos envidian esa característica tan humana. Pero desmadrar la visión del mundo a un pequeño que se está formando, es como regar con orines un rosal apenas trasplantado. Ya sé, me dirán que tampoco es muy lógico pensar en que nació una niña de la semilla de un melocotón. Eso es literatura y genera fantasía. Pero hay portales para niños que fomentan la ignorancia y los padres los piensan inofensivos.

Si permitimos que “refresco de cola con mucho limón” sea “agrícola”, en veinte años o menos, ese pequeño no tendrá juicios para exigir la honestidad de un truhán que trabaje como gobernador o de un bandido que despache como presidente de la república, o de un policía que lo extorsione, o de un médico que no lo atienda o de un patrón que lo explote.

Cuando se tilda la palabra “infantil” como algo inofensivo, comienzan las ofensas para esos ciudadanos que no tienen la edad ni la experiencia suficiente para dar un hasta aquí.

La mula es arisca, sí. Pero la Internet es un oráculo engañoso o un cofre de maravillas. La red es implacable, pero también informativa. Entretiene y a veces educa. En ocasiones recuerda que nunca falta el ocioso que descubre que un invento puede tener usos diferentes a la primera finalidad de un artículo. Hay pelotas de goma que sirven como tapones para evitar pérdidas de agua y a partir del ejemplo, podríamos escribir una lista considerable. Igual sucede con el milagro de los sitios electrónicos.

No todo merece la cañería, el portal de la Universidad Pedagógica Nacional ofrece un “generador de sopa de letras” (miayudante.upn.mx). El generador permite elegir el número de palabras que tendrá la sopa, el título y la lista de palabras; se trata de un auxiliar didáctico de matemáticas para el maestro de primaria. Como allí cada probable jugador genera su reto, la dificultad puede ir de menos a más y el nivel no tiene que ser exclusivo para estudiantes de primaria. Pero como el sitio de la Pedagógica Nacional no es “para niños”, los anzuelos que se muerden primero son los más fáciles.