Con un: “Sé que muchas veces a los funcionarios no les gusta lo que uno viene a decir, pero alguien tiene que señalárselo, decir los problemas que advertimos en el desarrollo del estado de Veracruz” expresó la diputada perredista Margarita Guillaumín Romero, tras una de las comparencias más exhaustivas, la del secretario de Educación, Víctor Arredondo Álvarez.
Margarita Guillaumín Romero explicó que no se trataba de ir en contra del secretario, pero: “Se nos dicen verdades a medias y mentiras, ellos describen un estado en el que no estamos, por favor, no minimizar el conflicto por el Instituto veracruzano de Educación, no minimizar que de borrón y plumazo desaparecen a la Universidad Pedagógica Veracruzana e imponer un Consorcio, todo eso nos deja dudas.”
La diputada, un poco molesta, dijo que las comparecencias de los secretarios en general y que asisten a la glosa del informe del gobernador Fidel Herrera Beltrán en el Congreso: “Han devenido en ejercicio inútil, es una pasarela donde el funcionario en turno viene a lucirse.” A pesar de que la de Víctor Arredondo fue una de las comparecencias más concurridas.
Pero el diputado panista Antonio Remes Ojeda opinó que las respuestas o las declaraciones del secretario de educación: “Dejan mucho qué desear, aunque esta vez me doy cuenta que hay menos porros que años anteriores, se trajeron a todos los funcionarios de la secretaría.”
Guillaumín Romero inquirió sobre la liviandad con que el secretario Arredondo hizo diminuto el asunto de la validez oficial de estudios de institutos de educación superior. Dijo que no duda del profesionalismo ni de la validez de sus estudios, que él es una persona con una currícula muy sólida. “Pero en diferentes puntos de la entidad nos piden una respuesta clara y cierta. Resulta que cuando analizas los documentos, hay duda y ponen en duda funcionarios y otros responsables de áreas educativas. Arredondo tiene un problema de incredulidad.”
Finalmente, la diputada perredista dijo sentirse preocupada, porque la comparecencia del encargado de la Educación, una de las áreas más sensibles, sólo fue para decir mentiras. “El solo hecho y reconocimiento como ciertas sus cifras, que sólo cubramos el 25% de educación superior, quiere decir que estamos dejando fuera a 7 de cada diez jóvenes. Es como para preguntarle al secretario, ¿Dónde nos ponemos a llorar usted y yo? No les gusta oír eso, pero alguien tiene que decir que esto está muy grave.”