lunes, enero 25, 2010

Negociación en elecciones 2010 para evitar que inconformes aprovechen grupos de presión con la bandera de crisis

Los comicios electorales que se llevarán en la entidad veracruzana en los próximos meses, tienen que cumplir tres requisitos básicos para que que, cualquiera que sea el resultado, se respete como un acuerdo de que ese fue el voto de la ciudadanía y las autoriades competentes sólo tengan que cumplir su función, la cual es refrendar. Eso lo comentó el historiador Javier Ortíz Aguilar, catedrático e investigador de la Universidad Pedagógica Nacional. “Los otros dos requisitos, yo creo, tienen que ser el respeto del 'tope' de gastos de las campañas y los acuerdos de la clase política dirigente con los otros partidos que no obtengan los resultados deseados, esa se trata de una parte esencial de la política, no lo circunstancial.”

El historiador aclaró que primero hay que aceptar que la transcisión por la gubernartura, las alcaldías y las diputaciones locales será una competencia reñida únicamente hasta la designación de los candidatos. “Primero tenemos que esperar a los acuerdos políticos internos de cada órgano político, que ellos, bajo sus estatutos o 'dedazos' solucionen lo que para ellos, lo leemos a diario en la prensa y lo escuchamos en los noticieros. Antes todo se nos va en especulacones y yo creo que éstas deben comenzar en cuanto arranquen las verdaderas camapañas.”

Ortíz Aguilar explico que no se trata de menospreciar posibilidades de políticos de carrera o escaladores profesionales, pero recalcó en que de acuerdo con los estatutos de cada partido e incluso, si abren candados y permiten colaciones, será cuando empiece la tarea real de los analistas. “Antes, no hay que caer en el juego de mal denominada 'democracia mexicana,' todo se nos va en supociones y el peligro es que cada quien supone al que más le simpatiza, no siempre al que más conviene.” Pero si el respeto por los acuerdos se “rompe,” es previsorio que algunos actores políticos aprovechen la circunstancia para enarbolar “causas justas” y hacer movilizaciones que pueden, dadas las circunstancias económicas del país, enarbolarse como los tan anunciados y cada más temidos: “estallidos sociales.”

En todo caso, los analistas deben ser cautelosos: “Porque ahora, gracias a que a muchos medios de información les han quitado el candado, en apariencia, quien se aventure al análisis de las campañas, de los comicios y de su fase más ruda, que será el conteo de los votos, no puede fiarse de una sola voz que marque las pautas.”

Finalmente aclaró: “No hay que olvidar que todo eslogan comienza por la frase, que regularmente se atribuye a un caudillo.” Cuando se le pidieron ejemplos de “frases” que terminarían es eslóganes, en la entidad, se limitó a referir: “Mejor te digo una de mis tiempos comunistas, 'Hasta la victoria, siempre,' en la actualidad, ya han cambiado los ideales.”