sábado, febrero 20, 2010

Consejos para encontrar empleo, tablón de anuncios en ayuntamiento no son suficientes

Aunque las tasas de desempleo crecen en todo el país, menos en el Estado de Veracruz, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; para quienes buscan un empleo y no encuentran opciones en las secciones de oportunidades de los periódicos locales, la Unidad de Fomento al Empleo del ayuntamiento capitalino ofrecerá el servicio de préstamo de espacio para que se celebren entrevistas de trabajo entre el aspirante y el empleador; además de proporcionar un tablón de anuncios.

Pero José Zaydén Domínguez, Cronista de la Ciudad, explicó que los servicios son bien intencionados pero que no son lo suficiente para combatir la falta de oportunidades. “Lo que la ciudad necesita no son espacios para que sitúen allí a los vendedores informales, porque van a surgir más. Lo importante aquí es advertir que falta generar empleos, fuentes de trabajo que permitan una salida viable del ambulantaje. Pero la administración municipal se ha mostrado mesurada porque tiene conocimiento de la situación económica y de la crisis y el desempleo, por eso no ha aplicado la ley de manera injusta, arbitraria ni violenta.”

El conflicto suscitado entre los vendedores ambulantes y los informales fue dirimido apenas el pasado jueves, a pesar que ambos ofrecen sus productos en los mercados ambulantes que se celebran en la ciudad. Pero como factor de presión, los “chachareros” o informales tomaron durante unas tres semanas el acceso del edificio que ocupa el ayuntamiento capitalino y lo convirtió en un mercadillo de paso. El problema está solucionado, pero fuentes confidenciales revelaron que fue precisamente el jueves, a horas muy tempranas, cuando el Ayuntamiento tuvo que “impedir” la instalación de los vendedores; la parte oficial dijo que el problema ya estaba solucionado.

José Zaydén explicó que los vendedores informales que se establecieron en el edifico municipal, demostraron hasta qué punto se ejerció la presión. Aclaró que los productos que se ofrecían a los caminantes se trataba de “fayuca,” como películas copiadas de forma ilegal.