martes, diciembre 04, 2007

Observatorio cultural Veracruz


Las bitácoras personales electrónicas o “blogs” surgen constantes y se multiplican de una manera impresionante porque hay varios motivos para no perderse la posesión de una de ellas: son gratuitas, cada usuario diseña el espacio, soportan una generosa cantidad de materiales (que van desde el texto, que cada vez pareciera menos útil; la fotografía, la animación y el video) y por si fuera menos, la mayoría de las compañías que regalan estos sitios permiten que otras personas incluyan comentarios o enlaces. Se trata de posibilitar una verdadera comunidad virtual con bien pocas desventajas, pero que son las obvias para quien se anima a sostener su propio sitio y es que de vez en cuando algún impertinente escriba majaderías o espete con verdades; el atrevido o el bonachón tienen además la posibilidad de hacerse “públicos” o “anónimos”. Pero del suelo o del espacio imaginario —será: virtual— no pasa.

Y como toda herramienta surgida por y de la informática que emplea la red electrónica, pues aumenta su número de usuarios. Los motivos que cada quien tiene para mantener su “blog” son tan variopintos que van desde lo interesante, pasan por lo curioso, otros se detienen en lo absurdo, algunos son hilarantes y otros pornográficos. Ya en Veracruz pasamos la experiencia de una bitácora que mostraba a mujeres desnudas, lo cual no hubiera sido motivo de escándalo si “el autor” dejaba de lado santo y seña de las modelos allí retratadas, pero aquel pozaricaldesnudo se instaló en miles de computadoras de la entidad y las lenguas viperinas y las miradas hipócritas comenzaron a hacer lo propio.

Para quien no regurgita ocios es ventajoso cuando estos sitios se crean para lo que fueron ideados: divulgar información que en los canales “normales” no tiene cabida o bien oportunidad de hacerse pública. Las publicaciones que emplean el soporte físico del papel son cada vez más costosas y si a esto añadimos que la distribución es una mala jugada por la sufren infinidad de “materiales culturales”, la bitácora electrónica es una de las opciones más honestas. Como a diario se crean miles de bitácoras, reseñarlas sería un cuento de no terminar y al cabo, interesaría poco al lector habituado al medio impreso. Pero vale sembrar duda o interés o sospecha para una recién creada: “observatorio cultural Veracruz”.

Este nuevo “observatorio cultural Veracruz” está creado en la red desde el 21 de noviembre del año en curso y cumpliendo con lo anunciado, la primera entrega (post, en el argot de los navegadores de “blog”) se publicó ayer, tres de diciembre; los autores han escrito que será cada dos semanas cuando se incluya cada entrega. Se trata de un buen ejercicio por parte de cinco reconocidos creadores, promotores y estudiosos del fenómeno cultural en el estado de Veracruz, aunque más bien centrados al ombligo o a la esponja de la entidad: la ciudad de Xalapa —¿qué le vamos a hacer? si en todos los sitios el centralismo provoca urticaria. Los firmantes del sitio son: Oscar Hernández Beltrán, Isthar Cardona, Ahtziri Molina Roldán, Ariel Montalvo Torres y Manuel Arias Leal. El objetivo al crear el espacio es básicamente para que se propicie el diálogo sobre ese plato que provoca, anima, alimenta e indigesta: la cultura.

Como foro, el sitio va a demostrar la solera porque una de las ventajas de las bitácoras es que pueden ser consultadas desde cualquier territorio que cuente con servicio a red y “comentado” por quien así lo prefiera. Un punto a favor del observatorio, porque sabido es que al interior y exterior de los gremios culturales de Xalapa, de Veracruz, de México y del mundo, se comparte una característica: todos se odian y nadie tiene el mérito suficiente para ser reconocido por los demás. Así que en este caso no se puede esgrimir la tan socorrida excusa de no asistir a la reunión porque habrá los invitados que incomoden. Total, los creadores de la bitácora han puesto una limitación, no difamar a personas o a instituciones. Eso le quitará el picante, claro y lea lo que sigue de corrido, porque de lo contrario pierde la intención maledicente: el no becario jamás podrá anotar intimidades del becario pero que le platicó otro que solicitó la beca pero que llegó tarde cuando el plazo de recepción de solicitudes estaba por cerrar y por eso sólo por eso aquel trozo de imbécil se llevó la beca. No. “Observatorio cultural Veracruz” se inicia en la red como una propuesta seria. Ya hacía falta.